El actual campeón de la Fórmula 1, el neerlandés Max Verstappen consiguió su segunda victoria consecutiva en la temporada tras conquistar el Gran Premio de Miami, el primero de la historia, en un fin de semana lleno de contratiempos pero que supo dejar atrás en la carrera con una demostración de gran conducción y resistencia física.
El viernes, el día de apertura oficial para la actividad de los monoplazas en el Autódromo Internacional de Miami sufrió varios inconvenientes en las dos sesiones de práctica, en la sesión 1 se golpeó contra uno de los muros del circuito que llevó a una sustitución de la caja de cambios y para la sesión 2 prácticamente no pudo rodar a causa de problemas mecánicos, y que además provocaron daños en los frenos traseros por un incendio.
Pero aparte de los problemas de confiabilidad, el sábado en la clasificación perdió la pole position después de cometer un error en la vuelta decisiva de la Q3, por lo que el piloto neerlandés de Red Bull se tuvo que conformar con el tercer lugar en la parrilla de salida, detrás de ambos monoplazas de la escudería Ferrari.
A pesar de todos esos tropiezos que parecían no augurar un buen final, Max Verstappen apelando a sus credenciales de actual campeón de la Fórmula 1, se levantó el domingo, el día de la carrera y con su indiscutible talento al volante se hizo merecedor de subirse al majestuoso podio ubicado a las afueras del Hard Rock Stadium y recibir el trofeo que lo acreditó como ganador del Gran Premio de Miami de las manos del legendario Dan Marino, una de las grandes leyendas de la NFL y el mejor jugador en la historia de los Miami Dolphins.
TE PUEDE INTERESAR: Comisión aprueba el proyecto “Miami Freedom Park” impulsado por David Beckham