Acabo de regresar de un viaje mágico a La Alberca y no precisamente en la que puedo darme un chapuzón. Este es un pueblo medieval en el que se honra al cerdo con la Fiesta de San Antón, fue primer Monumento Histórico-Artístico de España hace más de 75 años. Un rincón de paz, a tres horas de Madrid, en Salamanca y en el que sólo viven unas 1,200 personas.
Ahí, entre su habitantes, están mis adorados cerditos ibéricos que vemos transformados en el famoso jamón ibérico de bellota. El cerdo ibérico con el que se produce esta delicia, viene de una raza diferente al cerdo de raza blanca, del que se hace el jamón serrano. El ibérico es único en esta zona. Su herencia, crecimiento, vida y alimentación es diferente. Si se llama Ibérico es una cosa, pero si lleva el apellido “de bellota” es de la realeza.
Te cuento la diferencia…
Durante los meses de noviembre y marzo, los cerdos ibéricos de bellota, pasan a vivir a unos campos llamados dehesa. Ahí están sembrados los árboles que producen la famosa “bellota” y es la alimentación con ese fruto, la que los hace tan especiales.
Recientemente, el consejo que regula la calidad de los cerdos ibéricos, diseñó un nuevo sistema de etiqueta que nos ayudan a seleccionarlos. Teniendo en cuenta siempre, que hablamos de los cerdos de raza ibérica y no del tradicional jamón serrano.
El de etiqueta negra, también conocido como Pata Negra, es Jamón de Bellota 100% Ibérico, que se alimentó de bellotas y otros recursos naturales del campo. Este siempre será el de mejor sabor, calidad y mayor precio. El color, aroma y sabor es pronunciado, pero tan suave que casi se derrite en tu boca.
El de etiqueta roja, es 75% ibérico, alimentado de bellotas y otros recursos naturales.
Los de etiqueta verde y blanca, son jamones conocidos por el nombre de cebo 100%, 75% o 50% de raza ibérica, alimentados con cereales, leguminosas y hierbas del campo o cereales y leguminosas, respectivamente.
El jamón es para saborear con un buen vino tinto, pero para disfrutarlo hay que conocerlo. Su historia, tradición y complejidad de elaboración lo convierte en un producto único.
Te sorprenderá saber que:
- Este jamón es bajo en calorías y es rico en proteínas, vitaminas y minerales, sobre todo Omega 3, 6 y 9.
- La carne de cerdo ibérica, ayuda a reducir el colesterol “malo” y aumenta el “bueno”, baja la presión arterial, favorece la circulación y protege el corazón.
- En adición a la pata, encuentras lomo, chorizo, morcilla y hasta cortes frescos de ibérico o ibérico de bellota. La familia de la marca Fermín lo vende online.
- Hay muchas imitaciones, busca sellos de garantía y procedencia.
- Este jamón no se pone en nevera. Su temperatura ideal es 70 F (21C).
- En el caso del jamón, mientras más años de curación, mejor la calidad y la experiencia en boca. La etiqueta siempre indica, si tiene 3 ó 4 años.
- Ya que hay varias categorías, lee bien el menú o el empaque, antes de pagar la cuenta.