Ayer fuimos testigos del segundo episodio de las Finales de la NBA y de una nueva demostración de carácter del Miami Heat al derrotar a domicilio 111-108 a los Denver Nuggets en el segundo partido de las Finales de la NBA recuperándose de la caída el pasado jueves y empatando 1-1 la serie.
Los de Erick Spoelstra venían heridos del Juego 1 en el que los Nuggets con la confianza por las nubes, al haber barrido a los Lakers para coronarse campeones de la Conferencia Oeste, mostraron sus credenciales como el gran favorito para llevarse el anillo, pero gracias al planteamiento, el acierto desde el triple, el reparto de protagonismo y la resiliencia, un habitué del Heat en estos playoffs, encontraron el camino para terminar la racha de nueve partidos invictos de los Nuggets en el Ball Arena esta postemporada.
Gabe Vincent con 23 puntos y 3 asistencias; Bam Adebayo sumando 21 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias; Jimmy Butler consiguiendo 21 puntos, 4 rebotes y 9 asistencias, un acertado “francotirador” Max Strus, más el respaldo desde la banca de Duncan Robinson, se fusionaron para frenar a Nikola Jokic que hizo lo humanamente posible para evitar la derrota (41 puntos y 11 rebotes, aunque esta vez sólo 4 asistencias), pero que en esta ocasión no fue acompañado por sus compañeros como las ocasión lo meritaba.
El Miami Heat se convirtió en el primer octavo clasificado a playoffs que gana un partido como visitante en una final. Y ahora las Finales de la NBA se trasladarán al Kaseya Center, donde se disputarán dos partidos (miércoles y viernes), en los cuales el Heat quiere hacer pesar la localía para acercarse al anillo de campeón.
