Para el resto, nuestra distancia es final, para nosotros solo es el comienzo. Un comienzo de entendimiento, un comienzo de aprendizaje, un comienzo de identificar que la distancia no aleja sino acerca. Nos separamos para conocernos, para poder ver desde otros ángulos y entender otras perspectivas. Me di cuenta que más de lo mismo restaba más que sumaba y salí con equipaje mas no pertenencias en busca de lo que sumara.
Las críticas siempre existirán por el erróneo pensar hacia unos por estar y no luchar y hacia otros por simplemente no estar. Partí en busca de lo que no sabía si iba a encontrar, pero con la determinación de conseguir lo necesario para ayudar. Me cansé de ver inseguridad, corrupción, desprotección, y falta de educación. Me cansé de ver como la imagen de mis recuerdos se ensuciaban con el presente.
Un presente de caos, un presente revuelto de escándalos, un presente con más de lo mismo y poco de lo nuevo, un presente con la misma nostalgia de ayer y con la misma esperanza de siempre. Al igual que muchos, no lo hice por escapar, simplemente me alejé para aprender con la esperanza de algún día regresar y sumar.
Decidimos separarnos entendiendo que la distancia no es símbolo de desamor. Ante el resto rompimos relación, pero solo nosotros sabemos que seguimos conectados y pendientes uno del otro, tanto o más como aquel primer día. Aquel, cuando llegué confuso y me diste confianza, cuando tuve frio y me diste abrigo, cuando no supe quién era y me enseñaste a descubrir quién podía ser.