El horario de verano llegó a su fin, luego de que iniciara el 13 de marzo (segundo domingo de marzo de cada año, de acuerdo a lo que establece la Ley de Política Energética de 2005) y tras una duración total de 34 semanas finalizó, según el calendario de este 2022, el domingo 6, primer domingo del mes de noviembre como lo marca la ley federal.
Con esto le estamos dando la bienvenida al horario de invierno, y por lo general todos los relojes digitales y en particular dispositivos electrónicos como celulares, computadores o tablets con acceso a Internet, hicieron el cambio de manera automática retrocediendo una hora exactamente.
Cabe mencionar que la Ley de Política Energética de 2005 supuso una ampliación del horario de verano respecto a años anteriores. Antes, los relojes se adelantaban el primer domingo de abril y se retrasaban el último domingo de octubre.
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El horario de invierno se mantendrá hasta el 12 de marzo de 2022, cuando inicia nuevamente el horario de verano. No obstante, cabe mencionar que no todo el territorio estadounidense esta adherido a esta norma; los estados de Hawai y Arizona (excepto la Nación Navajo), junto con los territorios de Guam, Puerto Rico, Islas Vírgenes y Samoa Americana son las excepciones manteniendo su horario estándar durante todo el año.
De acuerdo con expertos, los cambios de horario son factibles para cuidar el medio ambiente pues con estos se procura usar menos electricidad y más luz solar; sin embargo, hay estudios en los que se afirman que el cambio de horario, ya sea de invierno o verano, afecta el bienestar de las personas, pues los descontrola de su horario biológico.
