Luego de las medidas anunciadas por el gobierno de Trump la semana pasada con respecto al programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), donde extiende el programa por seis meses a los hondureños y revoca el de los nicaragüenses en enero de 2018; se han suscitado conversaciones en el Congreso que pudieran aliviar esta crisis para los inmigrantes.
Esto se debe a que tres congresistas están preparando una legislación que le permitirá a todos los que reciben TPS solicitar una residencia permanente. El proyecto de ley lleva por nombre Ley ASPIRE y está siendo presentado por Yvette Clarke, demócrata por Nueva York; Ileana Ros-Lehtinen, republicana de Miami; y la representante demócrata de Washington Pramila Jayapal.
Esta ley dejaría que cualquier inmigrante protegido por el TPS antes del 1ro de enero de 2017 pueda solicitar su residencia permanente si puede demostrar ante un juez que regresar a su país representa un riesgo extremo para su vida. Por otro lado, también ofrece a quienes llevan en el país al menos 5 años bajo este estatus protege la oportunidad de permanecer en Estados Unidos durante un periodo renovable de 6 años, en lugar de 18 meses.
La propuesta de la demócrata, resulta más ambiciosa que otro proyecto de ley patrocinado por el representante republicano de Miami, Carlos Curbelo, que también le abriría las puertas a la residencia permanente a beneficiarios de TPS de Haití, Nicaragua, El Salvador y Honduras que arribaron en tierra estadounidense antes del 13 de enero de 2011.
La oficina de Clarke aseguró que su proyecto de ley podría tener el respaldo republicano, ya que no le abre automáticamente las puertas de la residencia permanente a los beneficiarios, sino que un juez debe determinarlo.
El gobierno de Trump, duda si debe respaldar o no cualquier reglamento o política de inmigración que amplíe las protecciones a inmigrantes y señala que el TPS fue siempre una solución temporal. Se espera que den respuesta a los protegidos haitianos antes del Día de Acción de Gracias.