Siempre he sido un apasionado de la escucha. Las reflexiones que expuse en el libro "El poder de escuchar" demuestran que los seres humanos aún estamos lejos de apreciar el valor de escuchar y de respetar las ideas de los demás.
La habilidad para oír con atención, sentimiento y discernimiento crítico es una capacidad mágica y la base de todas las relaciones efectivas, tanto personales como sociales o políticas.
Hoy es fácil hallar a líderes políticos que no escuchan. Sobresalen algunos a quienes los ciudadanos han dicho claramente "no", pero insisten en desconocer la realidad. Las consecuencias de sus actos irracionales podrían ser devastadoras porque no entienden que ¡no es no!
A casi todos nos cuesta decir "no", por la dificultad de cambiar mentalidades, desaprender y admitir el derecho propio a ser como queremos, sin imposiciones externas.
El gran escritor colombiano Gabriel García Márquez afirmaba: "Lo más importante que aprendí después de los 40 años fue a decir no cuando es no". Una vez lo entendemos, nos corresponde convencer a otros de que respeten nuestras decisiones.