Al verdadero líder no le basta con liderar a su equipo; entiende que el liderazgo empieza por uno mismo, es decir, que debe trabajar el autoliderazgo a diario, como un estilo de vida.
Ser un líder implica asumir nuevos retos y permanecer en constante renovación, correr riesgos y asumir errores, hacerse responsable y motivar a los equipos. El liderazgo supone un duro trabajo en el que no cabe desfallecer. Por eso hay que empezar por liderarse a uno mismo y, en mi opinión, estas son las claves:
- Cuídate a ti mismo. Somos los protagonistas de nuestro propio éxito y nuestro cuerpo es el único lugar posible para vivir. Cuidarse implica hacer ejercicio a diario, dormir las horas necesarias, tener un estilo de vida saludable, además de disfrutar de los placeres de cada día, viajar, descansar y reservar tiempo para uno mismo y para estar con la gente que queremos.
- Permanece en constante formación. Siempre podemos mejorar y ampliar nuestros conocimientos, y más en un mundo en constante evolución y con una tecnología que se renueva a ritmos vertiginosos. El aprendizaje no debe terminar nunca. Y la formación no es solo el estudio del campo que nos compete, sino también dedicar un tiempo diario a la lectura, a ir al cine, a ver la televisión, a relacionarnos con personas de diferentes edades y entornos.