En el mundo del siglo XXI se establecen relaciones laborales con personas que, en ocasiones, ni siquiera conocemos. Hay que estar preparados no solo para el manejo de las nuevas tecnologías, sino también para saber cómo liderar a distancia.
La información cara a cara es solo una parte de la comunicación. Hoy tenemos videoconferencias, correos electrónicos, mensajería instantánea, reuniones web y diversas plataformas de colaboración. El liderazgo electrónico es una faceta más del trabajo del líder, puesto que las tecnologías de la información y la comunicación se han vuelto esenciales para interactuar en las organizaciones del siglo XXI.
Las relaciones virtuales son una nueva forma de relación laboral. No tienen por qué sustituir a las personales, pero, en ocasiones, el contacto digital se convierte en el único posible. Los líderes empresariales necesitan relacionarse no solo con clientes y proveedores, sino también con los miembros de su propia organización: compañeros, subordinados y directivos que pertenecen a su empresa, pero que residen en cualquier lugar del planeta.