Siempre es buena idea buscar mejorar nuestras relaciones con todo nuestro entorno, particularmente en la oficina donde pasamos un gran parte de nuestra vida. Según cifras oficiales del Ministerio del Trabajo de Estados Unidos, los americanos trabajan desde la oficina un promedio de 7,99 horas cada día de la semana. Es decir, pasan literalmente un tercio de su vida en su entorno laboral. Podemos suponer que la cifra es similar para los países latinoamericanos.
Si vamos a pasar un tercio de nuestra vida en este ambiente, lo mejor que podemos hacer es asegurarnos de que sea algo satisfactorio y positivo, y que podamos ser más productivos al trabajar bien en equipo. Entonces, quiero que tomes en cuenta lo siguiente:
Asegúrate de que todos se sientan cómodos y seguros de expresar lo que sienten: La buena comunicación es la base de cualquier relación exitosa y esto aplica de igual manera en la oficina. Evita ser hipercrítica y juzgar lo que los demás expresan o hacen, escúchalos con atención y trata de ponerte en su lugar. De igual modo, expresa lo que sientes evitando el lenguaje conflictivo, utilizando más bien un lenguaje profesional, asertivo pero empático y siempre positivo.
Ten muy presente tu lenguaje corporal: El lenguaje corporal o no-verbal muchas veces dice más que las propias palabras, así que tenlo muy presente cuando hables con tus compañeros de trabajo. En vez de escucharlos con los brazos cruzados o mirando al techo, haz un buen contacto visual, ten una postura abierta y atenta y asiente en señal de comprensión de vez en cuando.
Colabora en lo que puedas: No quiero decir de ninguna manera que permitas que se aprovechen de ti sobrecargándote de trabajo, porque siempre tiene que haber límites claros, pero sí es importante que te ofrezcas voluntariamente a darle una mano a algún compañero que lo necesite en un momento determinado. También puedes ofrecer ideas y sugerencias.
Convéncete de que la situación depende de ti, no de los demás: A veces tenemos que lidiar con personas difíciles en el ambiente laboral; compañeros que no nos caen bien porque en algún momento hicieron o dijeron algo que no nos gustó, o simplemente porque no hay química. Esto es más común de lo que crees, pero no puedes esperar que ellos cambien para tú sentirte bien. El tema no es cómo ellos te traten a ti, sino cómo tú los trates a ellos. Así que, de forma proactiva, salúdalos muy bien, hazles favores, coopera con ellos. Trátalos como te gustaría que te trataran a ti. Esto los desarmará y podrán tener una mejor relación en el futuro.